Poda de árboles: ¿Cuándo y cómo debes realizarla?
Cuando se trata de mantener un jardín exuberante y saludable, la poda de árboles juega un papel fundamental. No solo mejora la estética, sino que también promueve el crecimiento adecuado y la salud general de los árboles.
La poda de árboles no es una tarea fácil, por lo que lo ideal es delegar esta tarea en jardineros profesionales, pero vamos a conocer todos los detalles como en qué estación del año es recomendable, que herramientas usar y algunos consejos útiles para la poda de árboles en tu jardín.
Por qué podar los árboles
La poda de árboles es esencial por varias razones. Principalmente, ayuda a mantener la forma y estructura adecuada del árbol favoreciendo el crecimiento de ramas más gruesas y estables y evitando que las ramas se crucen y compitan entre sí. La poda regular permite que el árbol reciba oxígeno y fomenta un crecimiento más saludable al permitir que la luz y el aire penetren en el árbol estimulando así el desarrollo de nuevos brotes y la producción de flores y frutos.
Además, el podar las ramas secas, podridas o enfermas puede evitar que las enfermedades se propaguen por el árbol o incluso que se desprendan del árbol y puedan causar un accidente. También es habitual que en árboles con muchos años la copa sea tan densa que provoque una zona muy sombría en nuestro jardín con mayor grado de humedad que haga que el musgo se propague por el tronco del árbol y las ramas.
También es importante destacar que la poda puede prevenir enfermedades como la aparición de hongos y reducir el riesgo de ramas caídas durante las tormentas, lo que garantiza la seguridad tanto para el jardín como para las personas que lo disfrutan. Otro motivo para podar un árbol es evitar que las ramas crezcan invadiendo zonas viales y que pueden suponer un peligro sobre peatones o carreteras que pasen sobre ellas, por lo que estamos obligados a podar las ramas muertas.
Cuándo podar los árboles
El momento adecuado para la poda de árboles puede variar según la especie y el clima local. Sin embargo, generalmente se recomienda realizar la poda en la temporada de latencia. En este período, los árboles están inactivos y hay menos riesgo de dañar el crecimiento nuevo. Es importante evitar la poda durante los períodos de crecimiento activo, ya que esto puede debilitar al árbol y hacerlo más susceptible a enfermedades y plagas.
- Verano. Las heridas provocadas por la poda se curan mejor y es el momento propicio para podar las copas de los árboles aunque es mejor hacerlo antes del mes de agosto, ya que a partir de este mes el árbol está transfiriendo nutrientes desde las hojas hacia las raíces por el periodo de crecimiento y si llevamos a cabo una poda excesiva podría afectar al árbol significativamente.
- Otoño. Los árboles caducos están sin hojas, por lo que la tarea es más sencilla al verse fácilmente la estructura.
- Invierno. Al final del invierno, desde enero hasta principios de marzo, es el mejor momento para podar los árboles frutales. Eso sí, un día seco y sin heladas.
Qué herramientas se necesitan
Para llevar a cabo una poda eficiente se necesitan algunas herramientas específicas que dependen del tipo y del tamaño del árbol. Estas incluyen una podadora de mano para cortar ramas más pequeñas, una sierra de poda para ramas más grandes y resistentes, tijeras de podar para recortar brotes y ramitas, y una escalera estable para llegar a áreas más altas.
Además, hay que contar con equipo de protección personal como guantes resistentes, gafas de seguridad y ropa adecuada para evitar lesiones durante el proceso de poda.
Tipos de poda de árboles
La poda ornamental se centra en la forma y apariencia estética del árbol eliminando ramas muertas, enfermas o desordenadas para mejorar su aspecto. Es habitual tener que cortar brotes laterales que surgen del tronco y ramas que crecen a la altura de las personas, siempre respetando la forma armoniosa de la copa.
La poda de conservación se realiza con el objetivo de eliminar ramas dañadas o peligrosas a causa de tormentas o por el viento promoviendo la salud y seguridad del árbol. Para ello, hay que revisar el árbol en profundidad y buscar posibles grietas para retirar una de las dos ramas para evitar posibles caídas.
La poda de árboles frutales no solo garantiza que los árboles tengan una apariencia atractiva, sino que también promueve una abundante floración y, en consecuencia, una mayor producción de frutas. Además, cuando el árbol crece de manera saludable, sus frutas tienden a ser de alta calidad.
Consejos y trucos para una poda correcta
Los árboles no toleran errores en la poda. Si cortas incorrectamente ramas gruesas, podrías dañar la corteza del tronco y podría afectar la salud del árbol. Es importante destacar que, al podar árbol, debes comprobar que la zona alrededor del árbol esté protegida adecuadamente para evitar que personas o animales se acerquen al área donde caerán las ramas. Además, nunca uses una motosierra a la altura de tu cabeza o por encima de ella, y evita trabajar en una escalera mientras realizas la poda. La seguridad es primordial al llevar a cabo cualquier trabajo relacionado con la poda de árboles.
- No dejar nudos. Al cortar una rama, hay que hacerlo apurando bien porque los muñones se secan y cicatrizan mal.
- Cortar en el ojo externo. Los árboles tienen yemas de crecimiento y, para fomentar los brotes, hay que podar la rama justo encima de esos ojos.
- Retirar los brotes de agua. Estos brotes habituales en los árboles frutales crecen hacia arriba y dificultan el aireado del árbol.
- Cortar las copas de los árboles para aligerarlas y que tengan una forma bonita.
- Desviar las ramas para conseguir la forma de crecimiento deseada.
- Cortar las ramas y los brotes laterales en la unión de rama para que la estructura tenga una buena estabilidad.
- Acortar las ramas altas para controlar el crecimiento.
- Cortar las ramas más gruesas en varios pasos con el fin de no dañar el tronco.
Qué hacer con los restos de poda
Después de completar la poda, hay que ocuparse de los restos adecuadamente. Una opción es triturarlos y utilizarlos como mantillo para enriquecer el suelo del jardín. Las ramas más grandes se pueden usar como leña para chimenea o para hacer compost.
Se deben consultar las regulaciones locales sobre la recolección de residuos de jardín para deshacerse de los restos de poda de manera segura y ecológica. En caso de contar con una empresa de jardinería como Jardinero Madrid, no tienes de qué preocuparte, nos encargamos de los residuos sin generarte molestias.